viernes, 18 de octubre de 2019

Joker ! Análisis

Arthur Fleck y el conflicto social 



SPOILER SPOILER SPOILER! ESTÁS AVISADO...


Antes de ayer, 16/10/2019 salí del cine fascinada de haber experienciado (sí, puede parecer flashero pero para mí fue toda una experiencia) semejante obra de arte. Joker - dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix- angustia, tensiona y sobre todo, INCOMODA desde el principio hasta el final.

Creo que el haber reabierto este blog habla de las ganas de hacer catarsis y de dejar interpretaciones propias y leídas por ahí (intentaré citar todo tipo de info para no plagiar la creatividad de nadie)
Como estudiante de psicología y fan eterna de personajes desequilibrados mentalmente, creo que se da lugar a una complejidad psíquica bien lograda, en una profundidad social inteligente que nos alude como posibles cómplices de cierta violencia inherente al sistema (que estaría bueno dilucidar un poco en esta entrada). Medio que queda en un segundo plano el hecho de que el protagonista de la historia sea el clásico villano de Batman (con todo lo MUCHO que eso representa), perteneciente a una serie de películas y a un género de la cual no me siento gran fan.
La muerte simbólica de Arthur Fleck se da por su desmoronamiento social, vincular, espiritual y psíquico, con una trama que abarca y ataca al personaje en todas las dimensiones humanas, dando lugar al nacimiento del emblemático personaje que todxs conocemos como "The Joker". Joker como la síntesis de una persona que se aferró en tanto pudo a su cordura y un sistema que lo expulsa y lo margina constantemente.
Así que si te gustan los análisis flasheros, el bardo psicosocial y buscarle un trasfondo a todo, estás en el lugar adecuado (?

Contexto social

Lo primero primerísimo que puede observarse, poco mencionado pero que está presente durante toda la trama, es el problema de la acumulación de basura en la ciudad a causa de una protesta de los recolectores. Literalmente una "ciudad de mierda" en la cual, minutos después, podemos observar a sus ciudadanos como hechos del mismo material humano-excrementicio. La escena del robo del cartel me pareció super angustiante, me hizo sentir chiquita en el cine y tuve que recordarme que Joaquin Phoenix es un millonario que, posiblemente, la pase bomba para no entristecerme y llorar.
Lo primero que se me vino a la mente cuando empecé a meterme en la lógica de la trama fue el concepto de "síntoma" desde la Psicología Social. Se piensa al síntoma como aquello que no guarda conformidad con la norma o la armonía; su expresión desequilibra las condiciones de vida. En el contexto capitalista, el síntoma se expresa en la relación entre la explotación de mano de obra por el desarrollo del sistema de producción y la resistencia de los obreros que ello produce. (López) (Ah citaba con normas APA y todo) No es casual que la película que va a ver Thomas Wayne con su familia al cine sea "Tiempos modernos", largometraje de 1936 escrito, dirigido y protagonizado por Charles Chaplin donde realiza una crítica explícita a las concepciones industriales de eficacia y  productividad que producen deshumanización de los obreros. Del otro lado, tenemos a la burguesía, a los políticos y a los medios cuyos representantes son T.Wayne y Murray (Robert de Niro como un clásico viejo rancio) respectivamente. Así mismo, están las decisiones políticas que estos agentes institucionales toman desde lugares de poder cristalizados, como por ejemplo, decidir dejar de dar fondos a Servicios Sociales, donde Arthur Fleck llevaba una especie de terapia o contención psicológica, o al menos algún tipo de escucha. El abandono del estado, en este sentido, también es un determinante posterior en el desencadenamiento del personaje.
Desde estas perspectivas puede considerarse a la delincuencia como una "reacción", como un síntoma de la sociedad o del sistema en que estamos inmersos. Aquí es importante mencionar una cuestión teórico-moral que SIEMPRE presta a confusión: NADIE, absolutamente NADIE, justifica o avala a un asesino, a un "delincuente", o un delito en sí. Decir que la delincuencia podría considerarse un síntoma social es simplemente dar una explicación de por qué pasa lo que pasa, por qué los seres humanos pueden realizar acciones que nos sorprenden a diario en las noticias y qué medidas REALES podrían tomarse para intervenir e interpelar esa problemática, para transformarla y generar un bien común de raíz y no mediante cabos sueltos. De hecho, en la salida del cine, escuché a un chico decir "Ahora lo hacen bueno al Guasón" Y NOOOOO, entender (en parte) sus motivaciones, sus impulsos y sus fantasías para convertirse en un verdadero villano no lo exime de culpa o responsabilidad (no sabría decir si se podría considerar inimputable)


Trabajo

El primer golpe a la dignidad humana de Arthur Fleck se da en la dimensión del trabajo, con un jefe que no contempla ningún tipo de problema por parte de sus empleados, con colegas que no lo reconocen como un igual o un par, con una sociedad que continuamente bastardea su labor.
Se muestra una relación lúdica con el niño en el colectivo, que aporta al personaje cierto rasgo de humanidad. En relación a esto, pierde el trabajo que realiza como payaso en un hospital haciendo reír a los niñxs, algo que dice amar ¿Y cómo no hacerlo? Los niñxs nunca lo juzgan o maltratan, todo lo contrario, dejando ver que como siempre, somos los adultos quiénes creamos, reproducimos y transmitimos los prejuicios a las nuevas generaciones.
El intento de trabajar como comediante, ese deseo que motoriza al personaje a estar involucrado en un ambiente hostil y denigrado, se presenta como el producto y resultado de un discurso materno que no se sabe hasta qué punto fue cierto, en el interjuego fantasía- realidad que se presenta en ciertas partes de la peli. Y esto da lugar a lo que todxs lxs amantes del psicoanálisis esperábamos...


La madre (música de Psycho)

Parece ser que Penny Fleck fue la "promotora", mediante el discurso materno y la función de portavoz - concepto que le robé a Piera Aulagnier- (que predice, da sentidos y comenta lo que un niño hace) de la idea de Arthur de ser comediante, considerando que la función natural de su hijo era llevar "alegría al mundo", hacer felíz a la gente. De hecho, ella se refiere a él como "Happy" (felíz) idea que luego desacredita diciendo que para ser comediante debería ser alguien divertido (hiriéndolo narcisísticamente) y que, a mi parecer, de alguna manera refuerza negativamente el problema que tiene con la risa descontextualizada, incluso percibida en momentos en los que se siente terriblemente angustiado -cabe destacar la excelencia de J. Phoenix en su actuación, en el esfuerzo gestual de reírse y llorar a la vez, realizando una performance biológicamente casi tan imposible como estornudar con los ojos abiertos, generando un efecto increíblemente perturbador-.
Penny se presenta como una mujer mayor, incapacitada, que requiere de la ayuda de su hijo Arthur en la vida cotidiana, quien vive con él y cumple el clásico rol masculino de sostén económico de la familia. En los cuidados que le brinda a su madre -la ayuda a bañarse, cocina, le lleva la comida a la cama y miran juntos el programa de Murray - también se percibe otro rasgo de humanidad, reflejado en la atención, dedicación y afecto que irradia hacia ella, además de la paciencia que tiene respecto a la repetitiva y constante mención de Thomas Wayne por parte de su madre, cuya obsesión por él sobrepasa la mera relación ex empleador-empleada.
Al principio de la película, Arthur se muestra como una persona con cierta humanidad y sensibilidad. Su forma de bailar combinada con la música (bien por el director, es increíble) crean una configuración audiovisual hermosa que tiene cierto deje melancólico e hipnótico que no entendés del todo, pero a la vez no podés dejar de mirar. Lo que al principio puede interpretarse por una afinidad más "teatral" o "artística" a pesar de lo dramático que ese baile parezca, se vuelve una verdadera manifestación de manía o de locura. Personalmente, lo vi con cierta nostalgia (de esa que te da cierta felicidad) percibiendo rasgos de grandes "psychos" clásicos como Alex Delarge, Patrick Bateman, Jack Torrance, Tyler Durden... que han marcado, a mi parecer, hitos en la historia del cine y de la literatura. También hay algo similar en el maquillaje a The Crow, tal vez haya algo de intencional en eso o tal vez no.


En el nombre del padre

En este punto cabe mencionar el anhelo de Arthur de tener un padre. La figura paterna, en su imaginario, se encarna en Murray; a quién lo ve desde siempre en la televisión. Este es otro deseo que motoriza al personaje hacia la búsqueda de su identidad (cuando visita el Asilo Arkham) y hacia la realización de su sueño: ser un comediante como Murray y obtener de él su aprobación y reconocimiento.
El enterarse que es hijo de Thomas Wayne y que éste no quiera saber nada con él, es otro golpe bajo a su identidad en cuanto a su deseo de tener un padre, que se agrava cuando se cruza con NANANANANANANA BATMAN, su hasta entonces medio hermano. Esa escena donde se muestra el contraste entre el "hijo bastardo" (vestido con ropa ordinaria) con el "hijo legítimo" (vestido y peinado prolijamente) es una perfecta muestra de los valores sociales del contexto. Me recuerda a una escena de La casa de los espíritus, donde el hijo bastardo de Esteban Trueba se acerca a pedir dinero también a las rejas de la mansión donde se encontraba del otro lado su hermana Blanca (reconocida legítimamente).
De todas formas, Arthur Fleck no era hijo del aburguesado padre de Bruce (por suerte, por un momento tuve miedo de que todo se volviera un culebrón) y ahí la cosa se pone peor para el protagonista (y para la madre aún más).
El enterarse que su madre permitió su abuso sexual y violento a su padrastro, fue la famosa "gota que rebalsó el vaso". El único afecto "puro", estable, más o menos equilibrado que lo ataba a este mundo también se había desvanecido.
Una búsqueda constante por parte de este sujeto es la búsqueda de afecto y aceptación, puede verse claramente en el fantaseo con Murray abrazándolo y cuando va a buscar a Thomas Wayne en el baño. Esta búsqueda de compasión y afecto se vuelve difícil de mirar (lo dejo a la subjetividad de cada uno), al menos a mí me resultó abrumadora la manera en que se deja al personaje expuesto con sus ilusiones, esperanzas y expectativas en carne viva, vulnerable, mientras que el espectador puede presentir claramente la humillación que eso iba a tener por resultado - en el caso de Murray riéndose de su performance como comediante y en el caso de Wayne golpeándolo y diciéndole así como así que es adoptado y que su madre está loca-

Con respecto a las cuestiones relacionadas a la falta, al padre y al deseo se puede tomar en cuenta una interpretación que leí hoy de Joker como hijo sano del patriarcado en donde se menciona el valor fálico del arma, como algo que lo lleva a empoderarse desde un lugar "viril" y culturalmente "masculino", en un contexto patriarcal de agresividad y violencia. De hecho una buena muestra del cambio radical del personaje se ve en su forma de bailar en las escaleras vestido ya como Joker definitivo (antes de ir al programa), su cambio en la forma de caminar, en su actitud, en el beso forzado que le da a la invitada del programa. Reforzando y readaptando aquello normativizante de la masculinidad. Hay ciertos comentarios machistas, si mal no recuerdo eran los chistes, que enriquecen la escena en relación a lo que implicaba "ser un hombre" en aquel entonces; teniendo un personaje que flaqueaba en su rol de proveedor de la familia, en las relaciones sexuales al no haber estado nunca con la mujer del ascensor y en relación a los otros hombres (colegas y asaltantes) que solo lo humillan, denigran y/o golpean, produciendo desubjetivación. Era necesario erigir allí un nuevo Yo, uno que no pueda ser tan fácilmente ignorado.


Joker y el caos

La asunción de la identidad de Joker propiamente dicha es algo fantástico. Bien musicalizado, bien caracterizado y muy bien actuado. Se lo puede pensar en relación al concepto de síntoma psicosocial, en tanto manifestación propia de la subjetividad en su materialidad psíquica (vale decir el lenguaje, el cuerpo, las representaciones, el sentido) de aquellos conflictos y contradicciones que emanan irresueltos de la estructura social (J.B Farré y X.S Jaureguiberry), es decir, como la encarnación de una problemática social irresuelta (la violencia, el desempleo, la locura).
Desde que asume su nuevo "yo" hasta el punto final de la película se percibe el caos que la inunda, que es distinto a la suciedad y al problema de la basura (en la que siempre están/estamos inmersos). El caos, manifiesto en la parte de la persecución en el tren, puede pensarse como el paso previo al establecimiento de algo nuevo, de un nuevo orden, de una fuerza instituyente (que no se sabe con certeza si será superador o no a lo anterior). Es en esos momentos sociohistoricos donde toman relevancia los símbolos con los que un sector decide identificarse en la lucha, que siempre es simbólica y cultural, más allá del motivo económico y laboral que lo motoriza.
Joker entra triunfalmente al programa de Murray, habiéndose desvanecido esa seguridad angustiante del espectador de que pronto tendría que presenciar una escena humillante del protagonista, reemplazándose por un nerviosismo reconfortante cargado de "odio ficticio" que el arte permite sentir; ahora sí, todxs pagarían el costo de la indiferencia y el maltrato. A partir de ese momento unx tiene la seguridad de que el personaje no va a suicidarse como tenía pensado, por el contrario, va a lastimar a alguien. Así se convierte en símbolo de "resistencia" al sistema, de lucha contra la burguesía (con el tiro en vivo a Murray) a pesar de que sus motivaciones lejos estén de una revolución, sino más bien, en estricta relación con su persona.
La elevación de los personajes al estatus de "símbolo" o modelo identificatorio no es una novedad en sí. Lo relativamente novedoso, relativamente porque ya se ha hecho por ejemplo en "Natural born killers", es que en ese lugar de "ideal" o de líder de la masa, se erige un villano, un asesino despiadado (que no deja de serlo por más que entendamos sus motivaciones e impulsos más primitivos) que es ovacionado por los manifestantes, consiguiendo finalmente la aceptación y la audiencia que siempre deseó, en un reinado del caos.
Claramente no puede considerarse un "final feliz" (irónicamente) y mucho menos moralmente correcto; lo interesante está en lo reconfortante que puede sentirse que ganen "los malos" - habría que ver "malos" según quién, ya que si hay algo que deja en claro la película es que nadie es enteramente malo o bueno, dando relevancia a los matices grises de la personalidad humana y el contexto social que son sumamente complejos y variados, que pueden devenir peligrosos-.

A modo de cierre, siempre me gusta ver películas que se salgan un poco de la norma y que resulten originales, que logren transmitir algo. Fue el caso de Joker en toda su configuración, de Todd Philips como director y especialmente otro gran logro de Joaquin Phoenix.

Y les dejo unos fanarts que rescaté de twitter que están INCREÍBLES.

 

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