HASTA LOS MÁS INSENSIBLES TIENEN PASIONES!
Y me encantó esta parte de A clockwork orange, y todavía me encanta.
La pasión de Alex Delarge por la música de Beethoven.
"Era otro día hermanos, e
hice cuanto pude mañana y tarde, para seguirles la corriente.
Y me senté como mal chico
cooperativo en su silla de tortura, mientras relampagueaban pedazos de
ultraviolencia en la pantalla, aunque no en el sonido, hermanos.
El único sonido era la
música.
Entonces noté, en medio
de mi dolor y malestar qué música era la que tronaba y resonaba. Era el Cuarto
Movimiento de la Novena Sinfonía de Ludwig Van.
_¡Basta! ¡Basta! ¡Por
favor, se los ruego! ¡Es un pecado! ¡Es un pecado!
_¿Pecado? ¿Qué es un
pecado?
_¡Eso! Usar así a Ludwig
Van. Él no hizo daño a nadie. ¡Beethoven sólo compuso música!
_¿Se refiere usted al
fondo musical? ¿Es amante de la música?
_¡Sí!
_No puede evitarse,
quizás éste sea el elemento de castigo. Lo siento, Alex, esto es por su bien.
_¡Pero no es justo! ¡No
es justo si me siento enfermo al oír al encantador, encantador Ludwig Van!"
Alex Delarge